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Entrevista a un cofundador de Empecinados 🐺🔥

Entrevista a un cofundador de Empecinados 🐺🔥

En esta ocasión os traemos una entrevista realizada por el personal de nuestro staff de Discord a "Lobo", uno de los cofundadores de Empecinados. Queremos dar las gracias a Empecinados y al Staff de Discord por la realización de esta entrevista.

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¿Cómo te preparas para el agua fría? ¿A caso se puede? No.
¿Quieres cambios? ¿Quieres estar preparado? Bien, pues empieza a mover el culo. 

Para los lectores que no te conocen a ti y a "Empecinados"... ¿Podrías hacerles una introducción?

Mi nombre o quien soy en términos personales importa poco. Soy militar en activo y soy uno de los dueños de EMPECINADOS.

¿Por qué el nombre "EMPECINADOS"?

Según la RAE dícese de alguien obstinado, terco, pertinaz, y más allá de la raíz etimológica de la palabra, el significado que hoy día nos es legado de ella es gracias a Juan Martín Díez “el Empecinado” y todos sus seguidores. Este apodo lo recibían de manera despectiva los que venían de su pueblo natal. Durante la guerra de la independencia Juan Martín Díez fue uno de los militares más sobresalientes en la lucha contra los franceses formando una de las más notorias partidas de guerrilleros de la historia de España, tomando así sus partidarios el mismo apodo y confiriéndole de este modo un nuevo significado a la palabra . Si bien es cierto que siempre tuvo vocación militar, se dice que decidió activamente luchar contra los franceses tras un suceso acaecido en su pueblo en el que una muchacha fue violada por un soldado francés al que él daría muerte. Con el tiempo se convertiría en Capitan de caballería. Más tarde, con la restauración del absolutismo por parte de Fernando VII, Juan Martín sería uno de sus opositores, a pesar de haberle prometido este riquezas y títulos, diciendo aquello de, «diga usted al rey que si no quería la constitución, que no la hubiera jurado; que el Empecinado la juró y jamás cometerá la infamia de faltar a sus juramentos». Esto conllevaría su apresamiento y ejecución.
Este es un breve resumen de una historia realmente apasionante de uno de los capítulos de la historia española más relevantes y creo que con esto, entenderá el lector el “por qué” de nuestra elección.

Recientemente, ha sido el día del Patrón de caballería... ¿Te gustaría contarnos cuán importante es el patrón para las armas del ejército?

Diría que los patronazgos en las armas son casi tan importante como la propia historia de las mismas. Estos confieren el significado y la esencia misma de ellas que a día de hoy nos es legado. Más allá del sentido religioso, dotan de un enorme sentido de la propia esencia humana. Independientemente de que creamos o no en los hechos que originan su creación, lo que nos queda claro, es que el soldado español, de todos los tiempos, cuando ya no le quedaba más que afrontar una inevitable muerte frente a un enemigo muy superior, ha mostrado estar dotado, en un sentido casi mágico, de una fe de victoria inquebrantable, logrando así gestas imposibles.
Los patronazgos, entre otras cosas, nos recuerdan esto; nos recuerdan que ha habido otros tiempos en los que no se esperaba nada y en cambio se obtuvo todo. Nos hablan del tesón y de la forma quizás más elevada de resiliencia del humano. Nos recuerdan que somos herederos de todo aquello, que está ahí, y que somos y seremos, porque un día fuimos.

¿Por qué quisiste caballería?

Por entonces, cuando entré, se formaba en la Brigada que está alojada en mi tierra una nueva unidad de este arma por lo que en su día me pareció atractiva la idea de ser uno de los primeros soldados que formaría parte de la historia de creación de una unidad. A día de hoy, esto supone para mí un motivo de orgullo.

¿Cuál dirías que es la esencia de la caballería, lo que muestra la diferencia entre las especialidades?, tanto de forma tangible como un intangible.

Es el arma por excelencia de la acometividad, sacrificio, reconocimiento avanzado... Es un arma de resolución que hoy día con el afloramiento de una nueva dimensión de la guerra está tomando más fuerza. Antiguamente las unidades de caballería eran las grandes protagonistas, hasta el punto que determinaban la victoria o la derrota. Gracias a su maniobrabilidad y poder en combate lograban causar unos daños enormes, pero quizás el primer daño que hacían era psicológico. El soldado de a pie sabia que poco o nada podía hacer contra un jinete montado que galopa a toda velocidad hacia él. Y esta necesidad de hacer frente a la caballería incluso originó la creación de nuestros tercios. Así pues, hasta nuestros días la aparición de una unidad de caballería supone un gran reto para combatirla en términos tácticos sobre el terreno. Hoy día, la potencia de fuego y la velocidad siguen siendo seña de identidad de estas unidades. Ninguna unidad quiere enfrentarse a un escuadrón de caballería que avanza hacia él.

¿Qué es lo que más destacarías de la caballería?

Para mí son sus tripulaciones. En estas cada uno de los integrantes tiene que saber hacer su trabajo de manera autónoma y eficiente para que todo funcione de manera correcta, tomando en ocasiones decisiones por sí mismo en estrecha colaboración con el mando. La formación técnica es crucial y además, no solo debe de conocer a la perfección el medio sobre el que combate, sino también saber combatir sin él. Es sin duda un arma muy polivalente.

¿Qué diferencia hay entre infantería mecanizada y caballería?

Esencialmente que la caballería combate montada y a pesar de contar con exploradores no tiene funcionalmente la misión de combatir a pie. Por lo que en este caso no es tanto el medio, sino la misión encomendada lo que constituye la principal diferencia. Existen Batallones acorazados de infantería donde su elemento principal de combate son los CC Leopardos 2E y Escuadrones de caballería donde también, ademas del VEC, están estos vehículos, pero en este caso usándose de manera completamente distinta en términos tácticos.

¿Qué palabras les dedicaría a aquellos que quieren entrar en caballería?

Las mismas que le diría si quisiera entrar en cualquiera de las otras armas. Le diría que tiene por delante un camino enorme por recorrer y que de él depende el como hacerlo. Tiene mucho que aprender, mucho que vivir, y que es su decisión ser un buen profesional. Esta profesión es realmente bonita y pone en nuestras manos continuas oportunidades de aprender grandes cosas. Esas oportunidades están ahí para el que se atreva.

¿Cómo es el proceso mental de adaptación a la vida militar? ¿Soldado se nace o se hace?

Ser soldado es una profesión, por lo que un soldado se hace. Otra cosa es la clase de soldado que eres cuando te conviertes en ello. Esto esta estrechamente ligado a qué tipo de persona eres en la vida, cómo interactúas y te enfrentas a ella. En este caso podríamos hablar de ser un guerrero y de si este nace o se hace. Mi respuesta en este caso sería que guerrero se nace. Hay personas que desde edades tempranas demuestran tener valores elevados y hacer defensa de ellos de forma innata. Mostrar piedad, empatía, enfrentarse a las injusticias, ayudar al desvalido, tener valor y astucia, etc. Otros, sin embargo, lo descubren con el paso del tiempo, se forman e instruyen en lo que consideran para convertirse en esa clase de guerrero moderno.
El proceso de adaptación a la vida militar es un proceso subjetivo concreto que cada uno experimenta a su manera con una intensidad determinada. Hablaríamos de otra cosa si habláramos de lo que para mí es el proceso de convertirse en ese guerrero moderno del que unas lineas atrás hablaba, pero eso ya seria otra conversación.

Tenemos el debate hoy en día de las películas, las series y el choque de realidad, ¿Qué mensaje le darías a aquellos que entran al ejército para ir a operaciones especiales?

Les recomendaría que traten de liberarse del sesgo que les inducen las películas y los videojuegos, ya que es una visión muy distorsionada. Es normal y lógico que encontremos inspiración en el mundo que nos rodea y hoy en día las películas, videojuegos, series y demás, inundan nuestras vidas y hay quienes sienten al verlo la llamada a ser eso que están viendo. En cierto modo siempre ha sido así. El ser humano siempre ha puesto sus ojos en la figura del héroe. Esta idea arquetípica la tenemos incrustada en nuestro ADN y va evolucionando en las distintas épocas con las características contemporáneas que le son propias.

Hace unos cuantos años probablemente un chiquillo se inspirara con las hazañas de Aquiles al leer la Ilíada, o con los tebeos del Capitán Trueno o viendo a Sylvester Stallone en Acorralado, es decir, la inspiración, la llamada a las armas, las grandes gestas y la aventura siempre ha estado ahí y hay personas que la abrazan y otras que no, por lo que es normal que de entre esos que se sienten atraídos por este mundo, lo sean especialmente por las unidades de operaciones especiales ya que en ellas se vuelca especialmente todo el ideario del héroe, de su viaje y en sentido abstracto en estas unidades está la figura del guerrero moderno que emprende el camino personal hacia la excelencia y para lo cuál deberá superar grandes retos y dificultades.

Es ahí donde esta esa llamada a la aventura sobre la que se ha estado escribiendo en todas las eras. En este camino convergen muchas de las grandes pasiones del hombre y en nuestros días nos son mostradas a través de los elementos propios de nuestro tiempo. Por lo que a aquel que siente esa llamada al ver esa película, esa serie, o ese libro que le inspira, le diría que la abrace y la alimente, pero que no se deje engañar por el atractivo y la estética y que antes de llegar ahí debe de pasar por un proceso largo de transformación.

Has comentado en alguna ocasión que hiciste el curso de operaciones especiales, ¿Cómo supiste que estabas preparado mentalmente y físicamente para ello?

No lo sabia. Simplemente traté de estarlo y trabajé duro para ello. Nunca sabemos si estamos preparados o no, simplemente llega un día que se nos es mostrado ese hecho. Yo en mi caso defiendo la idea de que hay que estar preparado para cuando se nos brinde la oportunidad. En este caso, primero había que superar unas pruebas físicas, esa era la parte fácil, entrenas y ya está. Lo difícil venia luego, ¿Como te preparas para algo que desconoces su naturaleza? Yo desconocía por completo el desarrollo del curso. En aquel año aun no había esta comunidad que hay en las redes sociales, donde podemos acceder a ciertas pinceladas de lo que supone o es bastante más sencillo encontrar a alguien con quien hablar. Por mi parte, traté de llegar lo mas fuerte fisicamente posible, me deshice en mi vida de todo aquello que sería contraproducente, leí mucho, traté de conectar todo lo que pude conmigo mismo y por lo demás era enfrentar el reto. Solo después de enfrentarlo sabremos que podemos superar y que no. Pero no antes.

¿Consideras que es mejor hacer el curso cuando te ves motivado, por ejemplo nada más salir del centro de formación, o cuando te ves más preparado?

No considero que haya un momento concreto. Sucede cuando sucede, ni antes ni después. Vas a realizar las pruebas al curso cuando tomas la decisión de ir. La motivación aquí no cuenta, quieres o no quieres, y si quieres ir, probablemente estarás motivado para hacerlo, en caso contrario, quizás debas esperar. Esto, no considero que sea una cuestión de tiempo. En mi curso, los había antiguos muy buenos, motivados e instruidos, pero también los había modernos, también motivados y muy capaces. La vida de cada uno tiene sus propios tiempos y en cuanto a ello no hay reglas escritas. Hay quienes toman la decisión en cuanto pueden y hay quienes tardan más en atender esa llamada. Lo importante, es hacerle caso o no.

¿Dirías que hay alguna manera de prepararse mentalmente para el curso?

¿Cómo te preparas para el agua fría? ¿A caso se puede? No. Del mismo modo, creo que hay ciertas cosas que descubrimos durante la realización de ellas, especialmente las de índole mental. Solo empujando nuestros limites es que descubrimos si los tenemos o no, pero el único modo de descubrirlo es empujándolos. Para que un entrenamiento sea fructífero necesita de una correcta contextualización. Durante el curso cualquier cosa que hagas estará imbuido de la esencia propia del curso y esto le dará a todo una magnitud concreta y completamente distinta a lo que hayas vivido antes, aunque estés realizando actividades que ya realizabas antes. Por lo que creo que la preparación no es previa sino durante. La preparación debe de ser estar preparado, dispuesto. Estar listo y entusiasmado para enfrentar el reto sea lo que sea y venga lo que venga. Sí es cierto que podemos tener ciertos recursos.

A mi personalmente me ayuda leer sobre quienes enfrentaron grandes retos. Sus lecciones aprendidas pueden ser mis lecciones aprendidas si soy capaz de interiorizarlas. Para mí, leer supone un pilar básico en mi instrucción personal y de donde obtengo gran parte de mis recursos intrapersonales.

¿Cuál dirías que es la mejor forma de prepararse mentalmente para el ejército?

Realizando e imponiendote retos. Cuanto más los realíces, más te exigirás y con el paso del tiempo aquello que te suponía un problema, dejará de serlo y entonces estarás mentalmente preparado para pasar al siguiente reto, y así con todo. Es casi una ley existencial, ¿Quieres cambios? ¿Quieres estar preparado? Bien, pues empieza a mover el culo. Sal de tu zona de confort. Hoy solo correrás un kilometro pero con el paso del tiempo, con un entrenamiento esmerado, correrás 10, y después 20. La preparación mental es todo el trabajo psicológico intrapersonal durante el proceso que realizas para luchar contra todas las fuerzas que pugnan en tu cabeza para llevarte de nuevo a tu zona de confort. La preparación mental es un estado continuo de lucha contra uno mismo. No considero que la preparación mental tenga un estado de inicio, de partida, sino más bien considero que es algo que perseguimos de manera continua y que no de otro modo lograremos lograr nuestros objetivos. Es demasiada la volubilidad de la vida en todos los aspectos, son demasiadas las cosas que nos influyen y hay de hecho muchos eventos desconocidos que no preveíamos en nuestra preparación y que la única manera de vencerlos es sobreponernos mediante la adaptabilidad y esta no se entrena, sino que se realiza enfrentando los retos y estudiándonos y con el paso del tiempo iremos empujando nuestro espectro de capacidad de adaptación en cuanto nos vayamos dotando de toda esa información.

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